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Con Empanadas Pagan Sus Casas


[Danny Borgoño Lorca] Venta de empanadas sirve para pagar casas de emprendedoras. Microempresarias de Tejas Verdes dieron el palo al gato.
[Tejas Verdes, Chile] Recién salidas del horno de barro, estas empanadas fueron saboreadas por vecinos tejinos.
Validas con un horno de barro y otro industrial, cada sábado se reúnen ocho mujeres de Tejas Verdes a vender 300 empanadas a comerciantes, público y vecinos de El Arrayán.
Son 300, no más ni menos, porque es lo suficiente para abastecer parte de los gastos familiares. Pero más importante aún, porque con la venta de dicho producto, ellas pueden pagar el dividendo de sus viviendas.
Las emprendedoras están ubicadas en El Arrayán al final de la feria y frente al paradero de microbuses, el sábado se distingue fácilmente por los letreros que anuncian la venta de empanadas.
De hecho, todas integran el comité habitacional segunda etapa progresiva, que permitió que este grupo de mujeres pueda ser un pilar sólido en la economía de cada una de sus familias.
Han recibido apoyo municipal, es cierto, pero el mayor esfuerzo vino de sí mismas lo que es todavía más valioso. Aquello lo entienden los vecinos de Tejas Verdes, quienes se acercan las mañanas sabatinas para adquirir una de estas preciadas empanadas. Sin embargo, poco a poco están cruzando las fronteras de su sector, haciéndose conocidas a lo largo de todo San Antonio por lo sabrosas de sus productos de horno, fritas de pino y de queso.

Sólo el Dividendo
La clave no está en la número que venden, si no en la utilidad que le dan al dinero recibido. Está claro el objetivo y por eso son reacias a explayarse. La ambición no es un calificativo que las caracterice, más bien han sabido llevar el negocio de las empanadas de manera inteligente.
De esta forma, las microempresarias pagan el dividendo de sus casas, junto con aportar en la economía doméstica.
La presidenta de dicho comité, Lucía Poblete, reconoce que se han hecho de clientela importante en todo San Antonio. "Ha costado, pero estamos acá en invierno y verano y la gente confía en lo que nosotras hacemos", señaló.
Consultada del por qué no tomar la decisión de expandirse a seis años de la puesta en marcha de esta microempresa, la timonel del grupo manifestó que prefieren asegurar la venta de las 300 empanas a arriesgarse fabricando muchas más, que finalmente pueden perderse.
Aunque existen muchos proyectos a los que pueden postular en la condición de emprendedoras, ellas prefieren esforzarse, aún así con la ayuda de un programa municipal, que aprobó recursos para este comité por 60 mil pesos, lograron comprar un horno industrial que costó, por lo demás, una cifra superior a los 250 mil.
El artefacto, adquirido hace ya más de un año, es considerado por ellas como fundamental para llevar a cabo este tipo de proyecto.
A pesar de esta nueva tecnología, las emprendedoras de Tejas Verdes, también utilizan un horno de barro que se encuentra en la misma casa de la presidenta del comité, que facilita para esta ejemplar tarea de cada fin de semana en nuestra comuna.

Empanadas para Todos los Gustos
Ana María Acuña, emprendedora. Trabajadora de toda la vida, pero también emprendedora, Ana María Acuña, está orgullosa de lo que han logrado con su grupo.
Las empanadas que hacen son una de las mejores que pueden conseguirse en la comuna y ellas lo tienen claro, pero se lo toman con bastante calma.
Ana María junto a sus compañeras se reúnen todos los viernes a las 8 y media para comenzar a preparar la masa, pelar cebollas y hacer el pino. No es menor el sacrificio ya que deben ocupar prácticamente todo el día en esta labor.
Sin embargo, el esfuerzo da frutos al día siguiente cuando a partir de las ocho de la mañana comienzan a llegar decenas de feriantes a comprar las primeras salidas del horno de barro. "Tempranito llegan a tomar desayuno", confiesa la además dueña de casa.
La señora Ana María no es primera vez que trabaja en el área de alimentos, tiene experiencia en la cocina cuando trabajó en recinto de veraneo de El Círculo de Periodistas en El Tabo.
También pasó por los Programa de Generación de Empleos (PGE), pero sin dudas sus privilegiadas manos tienen mejor cabida como cocinera y así se lo reconocen sus propias colegas.
Una de las principales cualidades de este proyecto llevado a cabo por ella y otras 7 compañeras es la capacidad de no depender de otras personas. "Ahora podemos comprar nuestras propias cosas sin pedirle un peso a nadie y colaboramos en la casa", dijo.

Estilos
A las 4 y media de la mañana del sábado llegan a la casa de la presidenta del comité, Lucía Poblete, para empezar a hornear las tres las variedades de empanadas que ofrecen.
La más vendida por lejos es la de pino de horno, que a pesar de que es más cara de las tres (450) se vende como pan caliente. La frita con queso sale 350 y también se vende en grandes cantidades, y también ofrecen la variedad de frita con pino que también cuenta con fieles clientes.

29 de julio de 2007
©líder de san antonio


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