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Harán Vinos en Ancud


[Eduardo Burgos Sepúlveda] Osada es la apuesta del agronómo Juan Ignacio Fogliati, quien pretende ni más ni menos que producir esta bebida de forma orgánica.
[Chiloé, Chile] El profesional cuenta que dispone de 500 hectáreas para una empresa familiar que combina el turismo ecológico, la producción de carnes exóticas y, por supuesto, incursionar en el negocio vitivinícola.
A seis kilómetros al oeste de Ancud se ubica el Fundo Lechagua, frente a la playa del mismo nombre. En este lugar, Juan Ignacio Fogliatti, su gerente, ha iniciado uno de los proyectos más innovadores que se han visto en la agricultura y el turismo del sur de Chile.
Agrónomo, de profesión, dentro de las 500 hectáreas con las que cuenta su familia en Ancud, Fogliatti pretende crear una empresa, que combina el turismo ecológico, la producción de carnes exóticas; y la guinda de la torta: producir vinos orgánicos con uvas cosechadas por él.
En el fundo conviven jabalíes, ciervos, patos, faisanes, pájaros carpinteros, arándanos, grosellas, zarzaparrillas, murtillas, y otros frutos y animales; que comparten un territorio y un ecosistema, en que cada uno es parte fundamental de su conservación.
Según cuenta el profesional, en el fundo todo es parte del ciclo natural de la vida, nada es forzado. Parte de este territorio (un 80 por ciento) es bosque nativo.

Senderos
En el plano turístico pretende llevar a cabo senderos de interpretación y dar otros usos ecológicos para este bosque, que conforma un corredor biológico que va desde la bahía ancuditana hasta el sector de Cucao. "Aquí hay un diseño que se hizo con ordenamiento territorial", comenta.
Si bien tiene una gran variedad de arbustos frutales que, él mismo cuenta, son especies que en Chiloé se han perdido por desuso, sin duda, lo que más llama la atención son los arándanos y las plantas de vid.
Estos últimos serán utilizados por Fogliatti, para desarrollar en Ancud la viña más austral del mundo. "Quiero aprovechar un micro clima que se produce en este sector, para producir una viña con muy buena denominación de origen", explica.
La idea no es tan extraña, puesto que explicó que en Nueva Zelanda también se producen muy buenos vinos, y es un territorio tan extremo como el Archipiélago.
La meta es llegar a producir, de aquí a cuatro años, vinos blancos. Para lo que tiene mil plantas, ya brotando, en el lugar en el que se destinarán cinco hectáreas para los viñedos. "Tener una viña en Chiloé es bueno para diferenciarse", agrega el joven agrónomo.

Mariscos
"El vino blanco está muy asociado con los mariscos y algunas carnes exóticas que tenemos nosotros", comenta respecto a una decisión que tiene proyecciones insospechadas.
40 mil botellas anuales será la producción meta para la viña, de las variedades chenin y gewürztraminer, riesling, pinot blanc, pinot noir y sauvignon blanc, las cuales dice Fogliatti serán para abastecer el mercado local y del sur de Chile.
Sin embargo, la viña es sólo una parte del proyecto que este empresario intenta sacar adelante en la provincia. A éste se sumará la apuesta en una agencia turística, que al decir del emprendedor, dará trabajo a cerca de 100 personas.
En su oferta en la ‘industria sin chimeneas' entregará servicios como alojamiento en cabañas, avistamiento de ballenas y pingüinos. También mostrará la cultura ancestral de Chiloé y hará participar como proveedores a los propios campesinos del sector.

2 de octubre de 2007
©estrella de chiloé

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