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Carritos de Comida Callejera


[Francisco Núñez] Una tradición que se resiste a morir. En un recorrido por Valparaíso, nos encontramos con vendedores de maní, churros, dulces de la Ligua, empanadas fritas, sopaipillas, té y café.
[Valparaíso, Chile] Para muchos porteños, especialmente los universitarios, los carritos callejeros y su comida son parte esencial la dieta semanal.
¿Quién no se ha comido un completo, un huevo duro, un Barros Jarpa o unas calientitas sopaipillas en algún carrito instalado en la vereda?
Los carros de alimentación callejera existen desde hace muchos años y son parte no sólo de la estética urbana de Chile, sino que también de toda Latinoamérica y, por qué no decirlo, del mundo entero, especialmente de los países menos desarrollados.
Comer en la calles una actividad que en muchos países está arraigada en la conciencia colectiva. En Ciudad de México se pueden observar personas con traje, corbata y maletín, degustando sabrosas quesadillas o tacos.
Hay ciudades en Japón donde los carros callejeros funcionan con tarjetas de crédito o de débito, demostrando que aunque la tecnología avance, la costumbre de comer en la calle está inserta dentro de nuestro código genético.

Valparaíso
En Valparaíso, los carros callejeros, especialmente los que se instalan en las noches para saciar el hambre de los jóvenes carreteros, son muy populares.
Durante el día también hay un comercio de carritos que venden comida y que están parados en algunas esquinas o recorren las calles de la ciudad en busca de clientes.
Abordarlos es difícil, ya que muchos no cuentan con los permisos sanitarios y municipales correspondientes y temen ser denunciados a través de los medios de comunicación.

Carritos
Los más comunes durante el día son personas que trabajan con los tradicionales carritos del supermercado y ofrecen té y café al público.
Es el caso de Olga Osorio, quien hace ocho años recorre el sector de la plaza O'Higgins, ofreciendo bebidas calientes.
El té cuesta 100 pesos, el café 150 y con leche 250 pesos. Todo el material, que incluye el agua caliente en un gran termo y los productos, los transporta en un carro de supermercados, "que me costó 5 lucas".
Trabaja de lunes a viernes "y uno ya tiene a sus clientes y caseros que la buscan", señala.

23 de agosto de 2007
©estrella de valparaíso

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